[rel txt=»Esta materia posee contenido extra.»][gravata]Responsables de la mayor parte de las ventas de alimentos y bebidas,  establecimientos están cambiando su forma de usar la refrigeración.[/gravata] Parece que los supermercados siempre han estado presentes en las ciudades, pero su historia es relativamente reciente.  Las primeras tiendas surgieron en Estados Unidos, alrededor de 1930. En América Latina, llegaron dos décadas después, primeramente en las grandes ciudades y luego alcanzando de manera gradual a todas las regiones. El paso siguiente fue la implantación de los hipermercados, a partir de los años 1980.

El proceso de modernización del sector acompañó la evolución del modo de vida y las ciudades y las nuevas tecnologías que se fueron desarrollando. Uno de los cambios más significativos está en la utilización de la refrigeración. Inicialmente, había pocos equipos en uso en tales tiendas, pero nuevas demandas de los consumidores llevaron a la creación de otras secciones, con cada vez más productos perecibles. Productos perecibles significan mayor necesidad de uso de refrigeración, lo que abrió más oportunidades para quienes actúan en el área, tanto  en el suministro de equipos y repuestos, cuanto en servicios de mantenimiento. Esa tendencia sigue valiendo, por lo tanto el panorama parece muy favorable. Pero hay nuevos desafíos. Ese es el alerta hecho por Michel Moreira, líder de Producto en Refrigeración Comercial de Embraco, subrayando que se puede ver a los desafíos de dos maneras: como problemas u oportunidades. “Está en marcha una verdadera revolución en el uso de la refrigeración en supermercados”, afirma Michel. Según Michel Moreira, en Europa y Norteamérica, la industria de refrigeración y las grandes cadenas de supermercados ya empezaron a trabajar para adaptarse a los significativos cambios que ocurrirán, estimuladas por nuevas reglamentaciones. “Son tendencias globales, que en poco tiempo llegarán a la América Latina”, garantiza. Los fluidos refrigerantes son uno de los aspectos en transformación. La legislación europea establece que hasta el 2020 se deben eliminar los que tiene GWP (potencial de calentamiento global) superior a 2.500. Eso, en la práctica, significa que no será posible utilizar R404A y R508A en nuevos equipos. La restricción aumentará poco tiempo después, prohibiendo los fluidos refrigerantes con GWP arriba de 150, lo que quiere decir que a partir del 2022 no será permitido utilizar el R134a. El mercado utilizará mucho más hidrocarburos como R290 y R600a, HFOs (hidrofluorolefinas) y CO₂. Mientras eso pasa en Europa, en los Estados Unidos las nuevas reglamentaciones también están concentradas en los aspectos ambientales. A partir de marzo de 2017, según una determinación del Departamento de Energía norteamericano (DOE), toda la industria de refrigeración comercial tendrá nuevos niveles máximos de consumo de energía. Eso representará, en promedio, una reducción de hasta el 50% en relación al nivel anterior. Al mismo tiempo, la agencia ambiental dos EE.UU. (EPA) estableció un cronograma gradual para prohibir la utilización de R134a y R404A. Los plazos varían dependiendo del tipo de aplicación pero en la mayoría de los casos, será prohibida del 2017 hasta el 2021. Atenta a todos esos cambios, Embraco viene participando de las discusiones sobre el tema y está siempre en contacto con grandes cadenas de supermercados y fabricantes globales de bebidas y helados. “La conclusión es que el sector de supermercados tendrá de reinventarse en Europa y EE.UU. El modelo de refrigeración utilizado por la mayor parte de las tienda, especialmente las grandes, es poco eficiente y limita el uso de algunos refrigerantes naturales de mayor eficiencia energética y mejor relación costo-beneficio”, explica Michel. “Creemos que el actual modelo de racks tiende a ser reemplazado por el self-contained, o sea, un compresor acoplado a cada refrigerador, siendo usado solo cuando existe demanda. Unido al uso de compresores menores, vendrán los refrigerantes naturales, en particular os hidrocarburos. Por ello, Embraco está dirigiendo sus esfuerzos de investigación para soluciones con mayor eficiencia energética y que utilicen propano (R290)”, completa. En Brasil, así como en los demás países de América Latina, no existen esas reglamentaciones, pero las grandes compañías globales traerán sus especificaciones e influirán para que el mercado siga en esa dirección. Hoy día, el factor que impulsa el mercado brasileño para la transformación es el fuerte aumento en el costo de la energía eléctrica. Los supermercados ya están buscando soluciones con mayor eficiencia energética, para reducir gastos. Un ejemplo es la sustitución de sistemas con cortinas de aire, que exigen más energía eléctrica para funcionar, por modelos con tapas o puertas de cristal. Una consecuencia de ese proceso de transformación es el aumento de la gama de productos de las ensambladoras de equipos de refrigeración comercial, para atender a diferentes necesidades. “Vemos un amplio espacio, en los supermercados, para la utilización de las líneas de compresores Embraco y las nuestras soluciones completas de refrigeración, como el Plug n´Cool. Diversas ensambladoras ya desarrollaron y lanzaron equipos que son ideales para tiendas pequeñas y medianas. La próxima etapa será conquistar los establecimientos de gran porte, para los cuales vemos buenas perspectivas en la adopción del Plug n´Cool”, afirma Michel. Si los primeros cambios ya se sienten, hay mucho para hacerse todavía. “En los últimos años, los supermercados han evolucionado en lo que se refiere al control de sus sistemas, la información sobre las nuevas tecnologías existentes y la preocupación ambiental. Sin embargo, la mayoría todavía posee sistemas antiguos con HCFC R22, lo que genera hoy día un alto costo de mantenimiento en la reposición de ese producto”, dice Paulo Neulaender, vicepresidente de Medio Ambiente de Abrava, la asociación brasileña de la refrigeración. “Cuando hablamos en sistemas nuevos, ya existe la mentalidad de buscar equipos con fluidos refrigerantes que tengan impacto ambiental mínimo. Aun así, la preocupación más fuerte está en encontrar soluciones económicamente viables para los sistemas antiguos instalados”, añade, recordando que otra cuestión que ganó mucha fuerza recientemente fue la eficiencia energética. Mirando hacia el futuro, él llama la atención, como lo hace Michel Moreira, para la necesidad de los supermercados de seguir a los cambios tecnológicos que vendrán en los próximos tres años, subrayando especialmente al tema de la eficiencia energética. Los grandes desafíos que Neulaender señala para los supermercados representan excelentes oportunidades para los profesionales de refrigeración: la implantación de un mejor sistema de control de fugas de los fluidos refrigerantes y la calificación del equipo de mantenimiento. Por ello, al pasar por los supermercados que están en su alrededor, mírelos con atención. Si Ud. está preparado, allí habrá buenas posibilidades para ofrecer sus servicios o productos. [box side=»alignleft» color=»box-verde» pos=»horizontal»] Un retrato del sector Las estadísticas sobre los supermercados en Brasil permiten conocer un poco más sobre el sector, pues las características son similares en los demás países de la región. La Asociación Brasileña de Supermercados (ABRAS) informa que existen más de 7.500 establecimientos de ese tipo en el país, concentrados especialmente en las regiones más ricas y las ciudades medianas y grandes. Sin embargo, los supermercados, de todos los tamaños, están en todas partes y su presencia crece en ciudades menores y barrios periféricos, donde eran poco frecuentes hasta recientemente. En Brasil, como en algunos otros países, las grandes cadenas de hiper y supermercados poseen mucha fuerza, pero representan poco en el número total de tiendas. Existe una grande cantidad de empresas con sólo una o dos unidades y también un grupo muy amplio con pocas tiendas y actuación regional. Otro dato interesante que se percibe en los estudios hechos por ABRAS en conjunto con la revista Supermercado Moderno está relacionado a las secciones que más venden en esas tiendas. El 2015, el líder fue la carnicería, responsable del 13,4% del total. Otras áreas con uso intenso – y casi siempre obligatorio – de refrigeración también se destacan:

• Frutas y verduras (9,3%);
• Congelados y enfriados (6,6%);
• Panadería/confitería (5,4%);
• Perecibles lácteos (5,3%).

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