Refrigeradores frost-free

Cómo evitar y reparar los principales fallos técnicos en los modelos domésticos.

Los refrigeradores frost-free ya están en el mercado hace muchos años. Pero siguen provocando dudas entre los técnicos. Por ello, vamos hacer una serie de tres artículos sobre los fallos técnicos que ocurren en esos equipos. La primera de ellas tratará de los refrigeradores domésticos y las siguientes abordarán los problemas relacionados a la utilización de esa tecnología en la refrigeración comercial.

Para empezar, es importante saber precisamente qué es un refrigerador frost-free. La palabra frost en inglés significa hielo o helada, mientras free se traduce por libre. Se trata, por lo tanto, de un equipo libre de hielo, o sea, en el cual no ocurre formación de hielo en las paredes del congelador, evitando la necesidad de hacerse el deshielo periódicamente. En resumen, es un refrigerador con sistema de deshielo automático. Para permitir tal deshielo, en los refrigeradores frost-free domésticos existe, junto al evaporador, un sistema de resistencias eléctricas que calientan la superficie de los tubos.

Esas resistencias están conectadas a un sensor de temperatura y se accionan por medio de un timer, derritiendo toda la camada de hielo que se forma en la superficie del evaporador. Eso ocurre en intervalos regulares de tiempo, que varían de acuerdo con el equipo: pueden ser de seis en seis horas o más. En ese tipo de equipo, el modelo de evaporador es diferente en relación a los refrigeradores convencionales, permitiendo el uso de ventilación forzada. Con eso, hay un flujo de aire que mueve de manera uniforme el frío generado en el evaporador – lo que evita la formación de líquido condensado en la pared del congelador y la consecuente solidificación de ese líquido. Gracias a esas características, el ambiente interno de ese compartimiento del congelador presenta un flujo de aire frío, seco y uniforme.

Los problemas más comunes

De manera general, equipos frost-free tienen desempeño bueno y cuentan con una evaluación favorable de sus usuarios. Sin embargo, están sujetos a los mismos problemas que los refrigeradores convencionales y a algunos otros, que se deben a sus características específicas.  

A) Fugas de agua

La queja más frecuente es la fuga de agua, que puede ocurrir tanto en el lado externo del refrigerador, cuanto en el lado interno. Fugas externas pueden ser provocadas por el desbordamiento de la bandeja, cuyas causas más probables son tres:

  • El ambiente es muy húmedo y/o frío y la bandeja no está seca cuando empieza un segundo ciclo de deshielo (el agua evapora más lentamente en ambientes más fríos y húmedos). Con eso, no cabe toda el agua en la bandeja. La solución es cambiar la bandeja por una mayor;
  • La bandeja no está suficientemente próxima de la carcaza del compresor, lo que la deja fría y retarda la evaporación del agua (es el calor de la carcaza que provoca la evaporación del agua que cae en la bandeja). La solución es acercar más la bandeja del compresor;
  • La bandeja está inclinada o con grietas, lo que hace con que huya parte o toda el agua que debería estar contenida en ella. La solución es corregir la posición de la bandeja o cambiarla por una nueva.

Otro motivo para la fuga externa es el posicionamiento incorrecto del drenaje, que hace con que el agua del deshielo no caiga en la bandeja, escurriendo para el piso. Resolver ese problema es simple: basta reposicionar correctamente el drenaje. Por su turno, las fugas en la parte interna del refrigerador (en el gabinete) son consecuencia de la obstrucción del drenaje, que hace con que el agua se acumule. El drenaje puede estar obstruido por suciedad o por estar aplastado (por haber sido atornillado con demasiada fuerza, por ejemplo). La solución es obvia: desobstruir el drenaje o, si es necesario, cambiarlo.  

B) Acúmulo de hielo
Otro problema que ocurre en refrigeradores frost free es cuando los ciclos de deshielo no logran descongelar todo el evaporador. En ese caso, sobra hielo, de la misma manera que ocurre en refrigeradores convencionales. En general, ese hielo se acumula, poco a poco, en las aletas del evaporador, obstruyéndolas. Como el hielo no es un buen conductor de calor, eso puede llevar a la queja de que la heladera está produciendo menos frío. Eso pasa en ambientes muy calientes y húmedos o cuando se abre muchas veces la puerta del refrigerador. Especialmente en tales casos en que el usuario se queja de que “la heladera no enfría”, algunos técnicos ya se apresuran en señalar el compresor como culpable. Sin embargo, antes de llegar a esa conclusión es necesario hacer una verificación en los componentes, pues pueden estar ocurriendo problemas en algunos de ellos:

  • La resistencia está en corto circuito, por ejemplo;
  • El timer no está funcionando correctamente y, por ello, el deshielo se hace en intervalos mayores que lo necesario;
  • El sensor de temperatura no funciona de la manera adecuada;
  • El ventilador del evaporador no desconecta o está agarrotado.

Cualquier otro componente eléctrico del equipo puede ser la causa del problema. El procedimiento recomendado es realizar una verificación de continuidad eléctrica en cada uno de ellos y, si es necesario, efectuar su sustitución.

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