Entienda sus características y los cuidados necesarios en su aplicación.

La utilización de los fluidos refrigerantes naturales está creciendo rápidamente, en todo el mundo. Entre ellos, sobresalen los hidrocarburos – R600a, o isobutano, y R290, o propano.

Esas sustancian ya tenían una fuerte presencia en algunas regiones, especialmente en Europa. Pero, en los últimos años, vienen ganando espacio en el mercado latinoamericano, por sus características positivas y por dos otros motivos:

• La eliminación gradual de los gases que provocan daños a la capa de ozono (como los CFCs y HCFCs); 

• Las restricciones a los fluidos refrigerantes que contribuyen para el calentamiento global (caso de los HFCs, como enseña el box de la página al lado).

Desde el punto de vista ambiental, los hidrocarburos son óptimas opciones: no perjudican la capa de ozono y tienen impacto prácticamente cero en el calentamiento global. 

Para completar,  en lo que respeta al aspecto técnico, presentan desempeño muy bueno, cuando comparados a otras opciones de fluidos refrigerantes. 

Por todos esos motivos, Embraco los considera una excelente alternativa y viene dedicándose a la investigación y el desarrollo de soluciones de refrigeración que los incorporen. 

Actualmente, la empresa ofrece una amplia línea de compresores para R290 y R600a. Sin embargo, su actuación tiene mucho mayor alcance. Primeramente, como empresa líder en tecnología, contribuye para influenciar el mercado hacia la utilización de esos fluidos refrigerantes. Mucha gente que no está familiarizada con esas sustancias piensa así: “Si Embraco las recomienda, son una buena solución”.

La actuación directa de la empresa en el mercado también trae resultados concretos: provee todo el apoyo técnico a las ensambladoras de sistemas de refrigeración – doméstica y comercial – interesadas en adoptar el uso del isobutano o propano.

Por supuesto, los técnicos en refrigeración no fueron olvidados en ese proceso de volver más conocidos a los hidrocarburos. Embraco produce diversos materiales técnicos y divulga informaciones sobre esos fluidos refrigerantes.

Un ejemplo fue la actualización en el video de cambio de compresores, para incluir a ese tema. 

En las páginas de la revista, también se les aborda con frecuencia, en artículos que tratan de diversos aspectos técnicos. En especial, hemos resaltado que no hay motivo para tener miedo de esas sustancias, que asustan a quienes no las conocen por el hecho de que son inflamables. 

Como ya dijimos en ediciones anteriores, su utilización es segura. De lo contrario, países como Alemania y Francia – que poseen legislaciones muy avanzadas de protección a las personas y el medio ambiente – no los aprobarían. Basta conocer dos hechos para deshacer a ese miedo:

• El circuito eléctrico de los equipos que los incorporan es proyectado para prevenir la generación de chispas;

La carga de hidrocarburo en refrigeradores es muy pequeña.

Esa segunda característica arriba evita que, en caso de fugas, ocu­rra una concentración significativa del gas en el ambiente. O sea, R600a y R290 pueden ser inflamables, pero no generan riesgos de explosiones. 

 Atención a las diferencias

Como ocurre con cualquier producto, hace falta conocer las características específicas de los hidrocarburos, para trabajar de manera correcta y segura.

Además de seguir las buenas prácticas de mantenimiento preventivo y correctivo, se debe estar atento a algunos aspectos en que hay diferencias, por ejemplo, en relación a HCFCs o HFCs. 

Como R600a y R290 son inflamables, es necesario adoptar procedimientos diferenciados en el caso de soldadura de tuberías. En esas situaciones, es fundamental asegurarse de que la tubería está totalmente exenta de isobutano o propano. 

Sólo se debe usar el soplete después de eso, para que no haya riesgos. Una medida esencial para la seguridad es pasar una carga de nitrógeno en la tubería, para dejarla sin restos de gas.

Otro consejo importante, en el caso de cambio de compresor: el isobutano o propano del sistema puede recolectarse en un recipiente cerrado. Diferentemente de lo que pasa con otras sustancias, los hidrocarburos pueden, asimismo, ser liberados en un ambiente bien ventilado (es permitido hacerlo, porque no provocan daños a la capa de ozono o contribuyen al calentamiento global). 

Se debe recordar también que, en lugar de la soldadura, se puede  optar, con seguridad total, por la utilización del sistema Lokring, que evita la necesidad de soplete. 

En relación a la carga de gas, es importante saber que las cantidades son menores que las de otros fluidos refrigerantes. Otros procedimientos son similares. Lea + sobre.

Los filtros secadores son un aspecto más que merece atención: en sistemas con hidrocarburos sólo deben utilizares los modelos que contienen desecante 4A-XH5.

Otra característica que hace falta observar está relacionada a los componentes eléctricos: sólo se pueden utilizar los que tienen características adecuadas a la inflamabilidad de esos fluidos refrigerantes. No hay espacio para improvisaciones.

Las diferencias descriptas en los párrafos anteriores enseñan que lidiar con R600a o R290 no es nada tan complejo. 

Quienes trabajan de manera correcta y cuidadosa, siguiendo las orientaciones técnicas, no tendrán ninguna dificultad en hacer un buen servicio.

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Acuerdo internacional impone restricciones a HFCS

En octubre, se firmó un acuerdo global para reducir la utilización de los HFCs (hidrofluorcarbonos). Cerca de 200 países establecieron restricciones al uso de esas sustancias, que se están utilizando como sustitutos de los CFCs. El motivo para tales restricciones es el impacto negativo que provocan en lo que se refiere al calentamiento global.

La decisión se tomó en una reunión en Kigali, en Ruanda, y representa una complementación al Protocolo de Montreal, que tuvo grande éxito en la eliminación del consumo de gases nocivos a la capa de ozono. La preocupación se explica porque el uso de HFCs está aumentando al ritmo de 10% al año y las proyecciones muestran que, si no se hace nada, la demanda seguirá creciendo.

Se estableció un compromiso para que la utilización de los HFCs se reduzca gradualmente. El proceso de reducción empieza por los países más desarrollados, que en 2019 deberán disminuir el uso en un 10%, en comparación con el volumen consumido entre el 2011 y 2013. En esos países, hasta el 2036, la reducción tendrá que alcanzar el 85%.

En toda América Latina, el proceso comienza en 2024, cuando debe haber una disminución del 10% en relación al volumen utilizado entre el 2020 y 2022. Hasta el 2045, la reducción será del 80%.

Se consideró que el acuerdo es un paso fundamental en la lucha contra el calentamiento global, con la posibilidad de resultar en una disminución de 0,5ºC en la temperatura del planeta.

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