Leandro: aprendizaje siempre fue su brújula

Desde su adolescencia, en Osasco, Brasil, Leandro Oliveira Costa era llamado por vecinos para el reparo de heladeras. En aquel momento, frecuentaba el curso de aprendizaje industrial en SENAI, donde aprendió muchas cosas importantes para la profesión, como la soldadura oxiacetilénica. Hizo también cursos en el área de electrónica, adquiriendo conocimientos útiles para lidiar con los actuales equipos de refrigeración comercial.

A los 20 años, se cambió para la región del Valle del Ribeira, donde después de algún tiempo abrió su taller de refrigeración. Allí no había oferta de cursos técnicos, por lo que invirtió en la lectura de libros sobre refrigeración y formó una pequeña biblioteca sobre el tema. Leandro también mantiene guardadas diversas ediciones de Bola Preta y del Club de la Refrigeración, que considera fundamentales para estar actualizado. “La revista  es muy importante para todos los técnicos que, como yo, están en lugares remotos, donde muchas veces esa es la única información de calidad que llega”, afirma. Él considera la curiosidad esencial para un profesional de esa área. “Es la motivación principal para buscar calificación. Sin eso, el profesional deja de acompañar las innovaciones”, explica. Con la experiencia que adquirió, recomienda a los técnicos que hagan cursos de electrónica y programación, pues la tecnología integrada ya es una realidad en diversos equipos de refrigeración actuales. “El bueno y viejo termostato luego será un ítem de museo, así como ocurrió con los televisores que usaban tubos de rayos catódicos”, asegura.

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