Paulo Roberto Dias, de Lambari, Brasil, siempre tuvo facilidad para reparar aparatos de todo tipo. Empezó arreglando cocinas de puerta en puerta. Con sus ganancias, logró pagar parte de su primero curso de refrigeración, en São Bernardo do Campo. “Cuando volví a mi ciudad, decidí abrir un taller en el fondo de la casa que mis papás alquilaban”, recuerda. Desde entonces, se pasaron casi 40 años. Él hizo más cursos, amplió su taller y hoy día cuenta con el apoyo de dos de sus tres hijos. En esa larga trayectoria, lo que más le gusta es lidiar con las personas, servirlas, conversar y compartir sus experiencias. “Adopto como filosofía el respeto al cliente, buscando siempre resolver los problemas y no crearlos”, dice. 

Acompañando Embraco y la revista hace muchos años, cuenta que compareció al primer encuentro de la empresa en São Paulo y a otros en la ciudad de Varginha. La lectura de Bola Preta, desde las primeras ediciones, fue importante para Paulo, por las recomendaciones, novedades y técnicas sobre refrigeración. “Mis hijos adoraban las historietas cómicas, que mostraban los problemas vividos por los técnicos y traían una solución. Me acuerdo también de una historia publicada en la sección Refrescando la Cabeza, que me impresionó, sobre el proceso de transformación que un águila era obligada a sobrepasar para volverse más fuerte”, recuerda. 

Con la edad de 65 años, Paulo quiere seguir aprendiendo. Y cuenta con el Club para ello: “Me gustaría que la revista tuviera más informaciones sobre defectos”.