Luego de tratar aquí de la compatibilidad entre el aceite lubricante y el fluido refrigerante, vamos hablar ahora sobre la viscosidad del aceite y sobre un tema que siempre despierta muchas dudas: la carga de aceite.

La viscosidad es la resistencia que un fluido ofrece a su flujo. Ud. ya debe haber visto que algunos tipos de aceite son más espesos y otros presentan consistencia más líquida. La numeración en la nomenclatura del aceite permite saber si es más o menos viscoso: cuanto menor el número, menos viscoso (por ejemplo, ISO 22 es menos viscoso que ISO 32). 

De manera general, aceites con mayor viscosidad proporcionan excelente lubricación. Por otro lado, exigen mayor gasto de energía, por provocar mayor resistencia. Son indicados especialmente para aplicación en lugares donde hay más holgura entre las partes que se desea lubricar. 

Pero la nueva tendencia para los compresores es utilizar aceites con viscosidad cada vez menor. El avanzar de la tecnología permite que ese tipo de aceite esté presente en modelos de alta eficiencia, proporcionando los mejores resultados en términos de lubricación y eficiencia energética.

En relación a la carga de aceite, hace falta tener las siguientes informaciones:

• No se debe completar la carga de aceite del compresor, que sale de la fábrica con la cantidad correcta, definida de acuerdo con su proyecto. Esa carga atiende a las necesidades de lubricación del kit mecánico e incluye una cantidad adicional para reponer las pérdidas del sistema.

• La carga no puede ser mayor ni menor que lo especificado. El exceso de aceite causa problemas en otros componentes y genera mayor resistencia, provocando gasto adicional de energía y desgastes (que también pueden ocurrir por la falta de aceite). 

• En caso de cambio del compresor, se debe limpiar el sistema, evitar la mezcla de los aceites de los compresores nuevo y antiguo.

Para finalizar, es importante destacar que no existe un aceite mejor que los demás. ¡Lo que existe es el aceite correcto para cada aplicación!