[gravata]Faltan pocos días para iniciar la estación más calurosa del año y los termómetros ya comienzan a marcar temperaturas más altas. Cuando el calor comienza a ser incómodo, entra en escena el aire acondicionado.[/gravata]

Ajustar la temperatura de este equipo parece ser una tarea sencilla, pero puede complicarse cuando entran en el juego todas las condiciones envueltas. En oficinas con gran cantidad de empleados, normalmente la temperatura es motivo de discordias y hay una gran dificultad para llegar a un consenso. Para que el aire acondicionado traiga solamente beneficios, es necesario tener una preocupación con la temperatura ideal, que va a depender del tamaño del entorno, la circulación de personas y exposición a la luz solar.   El porte del ambiente y la exposición a la luz del sol deben ser las primeras preocupaciones cuando vaya a comprar un aire acondicionado. No sirve de nada poner una temperatura muy baja en un aire acondicionado con poca potencia para refrescar un ambiente grande, eso hará con que las áreas sean resfriadas de manera desigual. En estos casos, difícilmente habrá un consenso en la elección de la temperatura. Se debe hacer un cálculo de BTUs, que ayudará a comprar el equipo ideal para el porte del ambiente. Lo ideal es que, en días muy calurosos, el aire esté ajustado entre 20ºC y 23ºC. Síntomas como tos, garganta resecada, o extrema sensación de frío indican que la temperatura está debajo de lo adecuado y representan la consecuencia del choque de temperatura del ambiente interno con el externo. El frío excesivo puede resultar en malestar y contribuir para un bajo desempeño de quien está expuesto a esas temperaturas.

[box color=»box-verde» pos=»horizontal»]A Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) recomienda que, en ambientes públicos, los equipos de aire acondicionado operen en temperaturas variando entre 23ºC y 26ºC. El principal objetivo, y que debe guiar la elección de la temperatura, es refrescar sin dejar muy helado. De esta manera se puede aprovechar el frescor, sin enfermarse. [/box]

A la hora de tomar su decisión, recuérdese también de los gastos de energía del equipo. Como más baja sea la temperatura seleccionada, más tiempo el compresor precisará trabajar para helar el ambiente y, consecuentemente, más energía será gastada. Con temperaturas más altas el compresor trabaja por menos tiempo y se apaga, disminuyendo así hasta un 70% el gasto de energía.